En la reseña de hoy toca hablar de El misterio del paso Diátlov, tebeo que tiene por guionista a Cédric Mayen (https://www.facebook.com/cedric.mayen) y por dibujante a Jandro González (https://twitter.com/jangonra).
Una expedición científica rusa desaparece en los Urales a
principios de 1959. Al mes del suceso, se encuentran los cuerpos muertos de los
alpinistas, algunos de los cuales tienen los huesos rotos, marcas de radiación
o incluso aparecieron desnudos. ¿Qué pasó exactamente con los expedicionarios y
por qué el fiscal al cargo del caso se topó con tantas dificultades durante la
investigación de los hechos?
Hay misterios históricos que atraen todavía nuestra atención por muchos años que pasen y sobre los que se sigue teorizando. La identidad de Jack el Destripador, el destino de Amelia Earhart o la localización de la Cámara de Ámbar son algunos de ellos, pero hay unos cuantos más, tal y como el de las muertes de 1959 en el paso Diátlov, suceso sobre el que se elaboraron y elaboran teorías de todo tipo. Pues bien, el presente tebeo aborda este enigma desde el punto de vista del fiscal general Lev Nikititch Ivanov, hombre que intentó llevar la investigación lo mejor que pudo pese a todos los obstáculos que le pusieron el KGB y el Ejército Rojo. Aquí ya se puede hablar de uno de los puntos fuertes al tebeo: su nivel de documentación, tanto en lo que se refiere a la investigación como a la intrahistoria de la URSS de aquellos años y a los últimos días de los alpinistas de la expedición. Y esto último es lo realmente bonito: ponerle cara y alma a aquellos estudiantes y recién graduados sobre los que cayo la fatalidad, con sus distintos pasados (tremebundos los que pasaron su infancia en un gulag) o sus esperanzas de futuro, contribuyendo en lo literario al darles a cada uno una personalidad más marcada: el serio, el bromista, la auxiliadora, el galán… La narración también tiene el acierto de seguir los sufridos avances en el caso de Ivanov y, a medida que van saliendo nuevas evidencias, ir comentando de pasada algunas de las teorías más llamativas que se propusieron en un principio y que iban desde las verosímiles (celos y ataques de las tribus de los Urales) a las más fantásticas (yetis y ovnis). La investigación tiene un punto frustrante muy bien llevado, puesto que nos pone como lectores en el pellejo de Ivanov de solo poder teorizar, sin terminar de mojarse la historieta con qué pasó realmente. Distinto es el ensayo de siete páginas al final del volumen, puesto que en este puñado de páginas se dan tres explicaciones más que razonables de manos de distintos científicos que dan sendas respuestas al estado tan extraño en que se encontraban los cuerpos.
Respecto al dibujo, Jandro González lleva a las páginas del
tebeo toda la solemnidad que este enigma merece. La Rusia soviética está
muy bien representada, tanto en el plano urbano con Ekaterimburgo como en el
rural con los campos de trabajo o la naturaleza más salvaje de los Urales. Hablando
de los escenarios: magnífico uso de los blancos y verdes sucios para los
Urales, así como de los rojos cuando Ivanov destaca mentalmente pruebas
concretas de los escenarios de la investigación y el filtro sepia y ocre
(habitual, pero efectivo) para los flashbacks que reconstruyen las escenas de
los expedicionarios previas a sus muertes. Los personajes son muy expresivos y
ayudan con ello a apartar carga dramática en el relato, tanto en los momentos
más positivos (como cuando hay alguna celebración) como en los más peligrosos
(ante una tormenta o la aparición de agentes de la KGB). Detalles a agradecer
son también las distinciones físicas entre los expedicionarios a partir de distintos
elementos como los sombreros, el peinado o elementos como las gafas o el tipo
de afeitado.
En conclusión, si os gustan las historias humanas y de enigmas
por resolver, dadle una oportunidad a El misterio del paso Diátlov, especialmente
si ya sabéis del caso, por la luz que vierte sobre él. Podéis haceros con este comic
de Norma Editorial por un precio de 28€, incluyendo entre sus 108 páginas,
además de la historieta y el dossier ya comentados, algunos extras sobre la
creación del volumen.
Por último, la dedicatoria que me hizo el amable Jandro
González en el tomo durante el Salón del Cómic de Valencia de 2024. ¡Gracias de
nuevo!