Han pasado 150 años desde el Apocalipsis, y los demonios
campan por el mundo a sus anchas. No obstante, algunas ciudades todavía
resisten como pueden. Es el caso de Insania, donde los vampiros y los humanos pactaron
una alianza contra la amenaza demoníaca: protección de los primeros a cambio de
una provisión regular de sangre de los segundos para alimentar a los no
muertos. Esta alianza da lugar a la Nightwatch, organización militar y
gubernamental de gran poderío y tecnología, con efectivos tanto vampíricos como
humanos. No obstante, hay vampiros que no opinan igual que los leales a la
Nightwatch, ya que consideran denigrante tratar a lo que consideran su alimento
como “aliados”, en vez de guardarlos en rediles, como si de ganado se tratará.
Estas opiniones están encabezadas por Lord Locke, el más poderoso de los
señores vampiro, el cual hará todo lo posible por romper la paz entre los aliados y tomar las riendas en lugar
de la Nightwatch.
Al margen de estos dos grupos, se encuentran los Rockers,
guerreros sobrenaturales que se encargan de cazar demonios por su cuenta y
riesgo. Los Rockers son ídolos y héroes de la juventud por su rebeldía, carisma
y juergas, con una actitud que molesta bastante a la Nightwatch, al incitar la
contracultura y a la desobediencia, así como por causar tantos destrozos como
los demonios que combaten. Sin embargo, es precisamente una Rocker la que
podría inclinar la balanza del enfrentamiento entre la Nightwatch y Lord Locke:
la vampira Rachel.
Si bien Nacho Fernández es sobre todo conocido por sus
parodias (Dragon Fall particularmente,
así como por Los Paladines del Horoscopo)
con Midnight Rockers se atreve con una
obra enteramente de su propia cosecha. El resultado es una obra a la vez oscura
y humorística, no excluyendo lo siniestro a los chistes. De esta forma, sin
abandonar Fernández el humor gamberro que le caracteriza, nos presenta un
relato muy completo, con buenas dosis de misterio, acción y monstruos tales como vampiros, hombres lobos,
o demonios. Estos varían según el caso, siendo Locke, maquiavélico y cruel, el
vampiro más clásico, mientras que a Rachel se la ve encantada tocando la
guitarra durante un concierto, sin que quite esto que haga uso de sus poderes
de ultratumba para seducir a los mortales y chuparles la sangre, hecho bastante
curioso, pues no se suaviza o dulcifica el vampirismo a pesar de ser ella la
heroína de la obra. Guy, un hombre lobo, es posiblemente el más macarra de
todos los personajes, al ser el más violento y malhablado, pegándole bastante
lo monstruoso de su ser con su personalidad. Otro personajes importantes para
la acción son otros dos Rockers, Barry y Keiko, de los que no diré mucho para
no destripar el argumento, salvo que ayudan a completar la historia y a hacerla
más redonda. Y es que esto es una de las ventajas de esta historieta: el que a
pesar del pequeño tamaño que supone tener solamente 110 páginas, deja una trama
bien cerrada, y de la que si bien se podría hacer continuación, no sería para
nada imprescindible. Como defectos del comic, decir que hay algunos detalles inverosímiles,
como que por ejemplo un grupo tan avanzado y poderoso como la Nightwatch, capaz
de localizar demonios y desintegrarlos a base de tiros, no sea capaz de
encontrar y clausurar El Templo, un canal de radio pirata rockera que
despotrica contra la susodicha organización.
Respecto al dibujo, Nacho Fernández tiene ese peculiar
y simpático estilo que ya se viera en Los Paladines del Horóscopo,
diferenciándose este comic de aquel por
lograr diseños originales al no estar sujeto a una obra que parodiar. Así, a
los vampiros les da un aspecto muy vistoso, como puede verse por ejemplo con la
siniestra Lily y sus esbeltas marionetas asesinas. Respecto a la Nigthwatch,
también es muy interesante el cómo se han mezclado elementos medievales y
templarios con los tecnológicos y los futuristas, como pueden ser las armaduras
y máquinas de la Nightwatch o la propia ciudad de Insania. Por otra parte hay
que destacar lo expresivo de los personajes, así como las coreografías de los
combates, no faltando algún que otro momento gore o sangriento a lo largo de la
trama.
En conclusión, que si queréis pasar un rato entretenido con
una obra divertida, emocionante, y que demuestra que Nacho Fernández puede
dejar perfectamente atrás las parodias, dadle una oportunidad a Midnight Rockers.
Os podéis hacer con esta obra de manos de Dolmen Editorial por un precio de
10€, contando entre sus 112 páginas además de con la historia en sí, con varios
extras, como bocetos sobre la creación de los personajes.
Por último, la dedicatoria que me hizo el majete Nacho
Fernández en el tomo durante el Level Up León 2013. ¡Gracias de nuevo!
P.d:
Aprovecho para darle gracias a Yota, escritor del completísimo blog Los Archivos de Typhares, por la reseña que hizo de este comic, la cual me decantó
por hacerme con él (http://losarchivosdetyphares.blogspot.com.es/2007/12/midnight-rockers-lo-mejor-de-nacho.html).
Me ha recordado a una serie que intente seguir hace tiempo llamada Dark Breed, pero lo unico que consegui es un odio hacia la distribucion, que me hace hoy dia considerarlos alimañas. Si se me pone por delante cae.
ResponderEliminarAhí, ahí, que hay que apoyar a los autores patrios.
EliminarPues se que tiene algo que ver con Dark Breed a raíz de este artículo (http://nachomon.blogspot.com.es/2011/05/atraccion-por-la-oscuridad-4-midnight.html), pero poca cosa más...