En la reseña de hoy voy a hablar sobre el segundo tomo de
Curiosity Shop, intitulado “1915: Por encima de la pelea”, obra a cargo de
Teresa Valero (http://teresavalero-perpetuummobile.blogspot.com.es/)
y Montse Martín (http://montserrat-blog.blogspot.com.es/).
Si no habéis leído el primer volumen, id a la reseña que hice sobre él, a fin
de no destripar el argumento: http://caballerodecastilla.blogspot.com.es/2013/01/curiosity-shop-de-teresa-valero-y.html.
La Primera Guerra Mundial ha estallado. Por su parte, Max Prado
está trabajando y creciendo en Curiosity Shop, la tienda de Luna Sadicario, en
medio de una España que se mantiene neutral en La Gran Guerra, pero con tropas
continuamente batallando en Marruecos. Un buen día, Zdènek Von Zarkowsky, viejo
conocido de Luna, acude a la tienda de esta, proponiéndole a la anciana judía
ir en busca de un artefacto místico: la Mesa de Salomón. Pero habrá un
problema: Valsapena también estará tras la pista de la reliquia.
Cronológicamente un año después de lo relatado en el primer
tomo, Curiosity vuelve a tener aventuras, no con espías por medio, sino en
busca de un objeto legendario y perdido. Aunque cambian un poco en el fondo las
andanzas de la protagonista con respecto el anterior volumen, siendo estas más
místicas, se siguen disfrutando como buen relato de aventuras y misterios que
forman. Y aún con todo, el contexto de la época seguirá haciendo las delicias
de los amantes de la Historia: la Primera Guerra Mundial y las campañas de
Marruecos salen muy bien retratadas, y eso sin salir ningún combate
directamente ilustrado, solo conociéndoselas por lo que sale de boca de los
personajes, lo cual tiene mucho mérito. Esto último se puede ver con
conversaciones de gran sencillez y genialidad al mismo tiempo, diciendo mucho
con muy poco, como por ejemplo al hablar Zarkowsky de los austríacos o al
conversar Max con un policía madrileño sobre los soldados españoles destinados
en África.
El lector va a ver una Max más adulta con respecto al primer
tomo, notándose lo que ha madurado en un año, al ser mucho más pícara y
espabilada. Las diferencias entre ella y el perverso Valsapena son muy grandes:
la candidez y sencillez de la una frente a lo vicioso y refinado del otro,
habiéndose creado una gran relación antagónica entre ambos. De Valsapena, así
como también de Luna, se vislumbra parte de su pasado, mostrándose como han
llegado a ser lo son, quedando así la obra todavía más completa. A estos les
acompañan en el reparto los viejos conocidos del primer número de la saga, como
los bohemios del Café del Gato, con un genial Valle-Inclán a la cabeza o el
galante Mauricio, así como otros nuevos, como Zarkowsky, personaje realmente interesante,
no faltando a su vez el mundo criminal, mostrándose su aspecto más sórdido,
sin embellecimientos, con elementos como la prostitución o el contrabando.
Respecto al dibujo, está en la línea del anterior número, es
decir, con un buen ejercicio de documentación de la época tanto para el
vestuario como para los escenarios (esa gran vista de Toledo), personajes muy
expresivos (el nuevo diseño de Max va parejo a la madurez mencionada un poco
antes), un gran uso del color (con colaboración de Gabor)…
En conclusión, si os gustó el primer número de Curiosity
Shop, no dudéis con haceros con el segundo también. Os podéis hacer con este comic
de EDT de un total de 48 páginas actualmente por un precio de 10€ (costando
originalmente 15€, pero habiendo sido rebajado en las tiendas tras la debacle
de EDT).
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo la
simpática Montse Martín durante las Jornadas Comiqueras del Fnac de Callao de
Madrid del 2013. ¡Gracias de nuevo!
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