En la reseña de hoy toca hablar de Testosterona, novela corta de Guillermo Jiménez (https://lecturonauta.wordpress.com/).
Mila Kiwua es una policía de la
brigada pilomántica de la isla de Kahu. Tras una jornada de trabajo como
cualquier otra, debe volver repentinamente a la acción para salvar a una rehén
de unos secuestradores. Durante la operación trabajará por primera vez con
Aleksei Pukuipelekawahine, hercúleo agente pelirrojo que la atraerá de
inmediato.
Testosterona promete en su sinopsis ser una obra policíaca con
elementos de ciencia ficción, erótica y thriller. Para empezar, todo lo que
tiene que ver con lo policíaco queda muy bien nivelado, combinando cercanas escenas
de confraternización entre agentes en el bar y enfrentamientos contra
criminales. Dentro de este último apartado, es de mención obligada la
pilomancia, capacidad mágica que permite a su usuario diferentes habilidades
según su color de pelo, siendo esta hechicería muy interesante y original.
Respecto a lo erótico, si bien es
cierto que es descrito de una forma un tanto tosca e hiperbólica, también hay
que decir que sirve para reflejar bastante bien la dinámica entre la racional Mila
y el impulsivo Aleksei. Este dúo protagónico aporta a la trama dos puntos de
vista de la misma historia, todo ello a través de una estructura novelística
muy ingeniosa. La primera parte de la obra es vista desde la perspectiva de
Mila, y sus capítulos se llaman “Compañeros”, “Rescate”, “Sexo” y
“Testosterona”. A continuación, la segunda parte del libro es narrada desde la
óptica de Aleksei, con cuatro capítulos llamados “Testosterona”, “Sexo”,
“Rescate” y “Compañeros”. Con todo ello, el autor logra una estructura espejada
en varios sentidos genialmente concebida y que permite, además, ver una
evolución en la manera de proceder y ser de los personajes principales. De
criticar algo en este apartado sería la falta de profundidad de los criminales
a los que se enfrentan Mila y Aleksei, pues hubiera estado bien saber más de
sus objetivos y motivaciones. Sin embargo, y compensando esto, cabe destacar el
importante mensaje antideterminista de la obra, y del que no hablaré mucho para
no destriparla a posibles lectores.
En lo referente a la manera de escribir de Guillermo
Jiménez, se pueden señalar varias cosas. En primer lugar, el buen ejercicio de
condensación que ha hecho al crear Testosterona,
yendo al grano por lo general, pero sabiendo cuando detenerse en determinados puntos
esenciales. Sin contar algunas más que comprensibles erratas, el mayor despiste
que he visto en la pluma del escritor ha sido liarse en algunos párrafos en
donde usaba el “usted”, pasando al tuteo de repente para volver a continuación
al trato de cortesía. Al margen de esto, la lectura es muy fluida y llana,
hasta el punto de que permite al lector finiquitar el libro en una tarde incluso.
Y como muestra de lo anterior, pondré dos ejemplos. Por un lado, el de la
pilomancia: no se explica su uso, sino que se muestra directamente, lo cual
permite hacer los tiroteos más raudos y dinámicos. Por otro, el de la
testosterona, con una detallada explicación entre lo químico y psicológico de
ella que no solo no afecta al buen ritmo de la narración, sino que además
sirve, entre otras cosas, como elemento clave del mundo en que se desarrolla la
obra.
En conclusión, si queréis una
historia breve, entretenida y con mensaje, dadle una oportunidad a Testosterona. Podéis haceros con esta
novela corta de dos maneras. En primer lugar, en versión digital, mediante
Kindle y a un precio de 0´99€. En segundo lugar, y mientras dure, en formato
físico, con tomitos de 98 páginas por 5€. Tanto para lo uno como para lo otro,
os dejo el enlace a continuación: https://www.amazon.es/dp/B06XK28GTJ
Por último, la dedicatoria que me
hizo Guillermo Jiménez en el volumen durante el verano de 2017. A modo de
curiosidad: no ha sido el único que ha confundido a este filólogo con un
historiador. ¡Gracias de nuevo por tu simpatía!
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