En la reseña de hoy toca hablar de Justiciero Nocturno, comic obra de Pablo Rodríguez (https://www.facebook.com/pablomarianorh).
Sebastián “Sebas” Quijano, convencido de que el mundo
necesita superhéroes que se enfrenten al mal, se enmascara para combatir al
crimen bajo el alias de Justiciero Nocturno. Sin embargo, al ser un simple
mortal no lo tendrá fácil y puede que no todo el mundo piense como él…
Si bien la editorial Bruguera ya no existe como tal, su
sombra es alargada y sigue impregnando obras españolas aquí y allá. Justiciero Nocturno es una de ellas. El
humor, los enredos, los disparates, lo castizo… todo ello se fusiona en sus
páginas a las mil maravillas. Pero vayamos paso por paso. En primer lugar, hay
que señalar la comedia de Rodríguez, la cual podemos ver desde muy distintas
vertientes: la parodia de cómics y películas (tal y como con el inefable Rufino
o el siniestro casero del protagonista, trasuntos de, respectivamente, Hannibal
Lecter y Drácula), guantazos, golpes de efecto, arremeter con lo inesperado y
lo esperpéntico, roturas de la cuarta pared por parte del autor desde su mesa
de dibujo para hacer aclaraciones… Todo ello provocará no pocas risas y
sonrisas entre los lectores que disfrutaron con obras como Mortadelo y Filemón o Zipi y
Zape. La estructura es bastante interesante, y no solo por sus paralelismos
con El Quijote, tal y como con el
punto de partida, el internamiento, el regreso a la acción o los intentos de
los amigos de Sebas para hacerlo salir de la locura, sino también por saber
innovar a partir de estos cimientos y crear una obra con sabor propio y actual. El hecho de que la obra tenga una trama con principio, nudo y desenlace, en vez de limitarse a ser una sucesión de chistes, también es de agradecer.
Otro gran punto a favor del tebeo está en sus personajes. Para empezar, Sebas, el protagonista, es un antihéroe que
representa muy bien lo que pasaría si a día de hoy alguien, con toda la buena
intención del mundo, se cubriese con capa y antifaz para defender su ciudad:
imposibilidad de alquilar una base de operaciones decente, llevar las de perder
en una pelea, ser considerado un peligro público no precisamente cuerdo… Por
otra parte tenemos a César, mejor amigo de Sebas, y si bien un poco pícaro, es
un buen paradigma de fidelidad; también está Beatriz Lorenzo, prestigiosa
abogada de la que no quiero comentar mucho para no adelantar los chistes, pero
que consta de uno de los más divertidos trasfondos que haya visto un servidor
en una historieta; la Patrulla Friki, ejemplo de cómo el fenómeno fan se puede
ir de las manos; y, por supuesto, los villanos, con un interesante aire de
misterio que los envuelve hasta el final y que se hacen interesantes por la
capacidad de la literatura para influir en la vida real y viceversa. En
definitiva, un gran elenco que hará las delicias de los lectores.
Respecto al dibujo, Pablo Rodríguez consigue, al igual que
con el guión, retrotraernos hasta los tiempos de Bruguera. Para empezar, están
los personajes: caricaturescos, con narices tremendas, enfados hiperbólicos,
parodias del mundo tanto superheroico como español… Lo mismo se puede decir de
los escenarios y sus elementos (cubos de basura, cortinas, portales
automáticos, decoración referencial…), los cuales están bastante elaborados,
tanto en lo que a mobiliario como a color se refiere. Sin embargo, lo más
importante es señalar que el apartado gráfico en todo momento acompaña al guión
en lo que a humor se refiere, al reforzar las viñetas a lo dicho en los
bocadillos.
En conclusión, si os gustan las historias paródicas de
superhéroes y pasar un rato divertido leyendo, dadle una oportunidad a
Justiciero Nocturno. Podéis haceros con este fanzine de 48 páginas por un
precio de 4€, bien en eventos a los que acuda NEUH, bien por la tienda online
de este grupo: http://www.neuh.es/catalogo/justiciero-nocturno/
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el
simpático Pablo Rodríguez durante la Japan Weekend de Madrid de febrero de
2018- ¡Gracias de nuevo!
Interesante, un "heroe de andar por casa", no parece mala y a un precio bastante barato.
ResponderEliminarSi lo encuentras en físico (ya que a día de hoy ya no existe en digital por la caída de Subcultura) no dudes en darle una oportunidad, pues con él se pasa un muy buen rato.
Eliminar¡Muchas gracias por la reseña!
ResponderEliminarUn placer dar a conocer obras patrias tan divertidas.
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