En la reseña de hoy toca hablar de Water Man, tebeo obra de Luis Continente Sariñena (https://twitter.com/LuisoCSilustr).
La paz resulta rota muchas veces por malhechores: matones
que se aprovechan del anonimato, abusones que se valen de su fuerza o su
influencia en beneficio propio, contaminadores… Sin embargo, alguien ha llegado para hacerles frente: Water
Man. Con un cubo con asa por yelmo y una ética caballeresca por código, este héroe
se enfrentará contra todo granuja con el qué se tope.
La primera vez que vi a Water Man, no recuerdo dónde
exactamente, no podía creer lo que estaba ante mí: un culturista que exhibía
sus músculos mientras ocultaba su rostro con un cubo… cargado de agua. Esta
estampa, cuanto menos surrealista, incita a por lo menos ver de tratan las
aventuras de semejante personaje. Y este ya es un punto a favor del autor, es decir, no solamente haber
creado a un protagonista tan visualmente chocante, sino también haberle dado
una personalidad a juego: la de un héroe convencido de la necesidad de luchar
contra el mal, pero con poco o ningún sentido del honor, con vía libre para
enfrentar a los malhechores con todas las argucias y locos correctivos que
salgan de su imaginación. Esto último se ve sazonado con todo tipo de
secundarios y antagonistas, con villanos desde simplemente
desagradables e infractores hasta los auténticamente monstruosos por un lado, y
a los compañeros de aventuras de Water Man, tal y como el simpático Water Dog,
la un tanto inquietante Water Girl o la irascible Blue.
A la hora de hablar de la estructura de la serie, se pueden
hacer la siguiente división: introducción con historietas cortas en primer
lugar; la alianza de los grandes villanos de la anterior parte para vencer al
héroe; y la saga playera, con las vacaciones (o el intento de ellas) de Water
Man pese a los obstáculos que se interpondrán en su camino, tanto por parte de
enemigos como aliados. Sea como sea, estos capítulos combinan el género
superheroico con la comedia, y sin necesariamente recurrir a la parodia de lo
primero, sino más bien al humor gamberro o absurdo según el caso. La
lectura es muy llevadera y prácticamente se devora, salvo quizás justo en medio
del segundo tomo, segmento que se me hizo un tanto lento.
Respecto al dibujo, Luis Continente lleva a sus páginas un
estilo desenfadado y que ayuda mucho a los momentos humorísticos. Ideal tanto
para los momentos gamberros como para los más épicos, este ilustrador ha ido
mejorando con el paso del tiempo, tal y como se puede notar con la comparativa
antigua y moderna del primer capítulo del tebeo. Por otra parte, el hecho de
que los bienhechores vayan enmascarados con cubos, no implica que no sean
expresivos, puesto que con un buen ejercicio de lenguaje corporal quedan más
que claras sus intenciones y actitudes.
En conclusión, si os gustan las obras gamberras de
superhéroes, dadle una oportunidad a Water Man. Podéis leer esta obra de dos
formas: bien en digital como webcomic que es (https://www.faneo.es/comics/waterman/pages/1),
bien en formato físico (http://www.luisocscomics.com/p/blog-page_20.html),
por 4 o 7€, según hablemos del tomo primero o segundo, respectivamente.
Por último, la dedicatoria que me hizo en los dos primeros tomos
el amable Luis Continente durante el Comic Barcelona de 2019. ¡Gracias de
nuevo!
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