En la reseña de hoy toca hablar del primer tomo de Liquid Memories, manga que cuenta al
guión con Fidel de Tovar (https://www.facebook.com/fdetovar)
y al dibujo con Daniel Bermúdez (https://www.facebook.com/dani.bermudez.herrero).
El homicida múltiple bautizado por la prensa británica como
“El asesino del agua” detuvo sus crímenes hace un año. Sin embargo, nuevas
víctimas cuyas muertes siempre están relacionadas con el agua vuelven a
aparecer por Londres. ¿Qué patrón hay entre estas muertes tan diversas? ¿Qué
pretende su autor con ellas? ¿Y qué relación tiene con este criminal el famoso
dibujante Ethan Wood?
Después de la historia de leyendas y fantasmas de Arashiyama
(reseña aquí),
el dúo compuesto por Bermúdez y Tovar lleva al papel el thriller de Liquid Memories: un asesino
misterioso sin una victimología clara,
un parón de un año en sus crímenes, y varias personas de por medio que, pese a
desconocerlo, están vinculadas con las muertes. Poco se puede profundizar en
esta obra sin desvelar secretos de la trama, pero se darán varios motivos para
darle una oportunidad a su lectura.
En primer lugar, destaca el gran número de personajes que se
mueven dentro de la trama y la hacen avanzar, siempre con un papel más o menos
importante a cumplir y con una buena caracterización de por medio; de ellos, uno de los principales sería el ya mentado Ethan, así como el inspector
Kolt Müller o la joven Alice Tailor, aunque los secundarios (e incluso esporádicos) también pueden dar
alguna buena sorpresa.
En segundo lugar, el misterio en torno a los asesinatos del agua, que mantiene
enganchado a las páginas del tebeo; en este tomo (de los dos que componen la
saga) se conoce el “quién” y el “cómo” tras ellos, pero se deja el “por qué”
para el siguiente volumen, manteniendo así misterios todavía por resolver.
Respecto al dibujo, Daniel Bermúdez sigue en líneas
generales con un estilo similar al visto en Arashiyama,
pero con una orientación mucho más realista. Así, de esta manera, si bien los
personajes siguen siendo muy expresivos y fácilmente diferenciables del resto
del elenco, las ropas, peinados y demás modas no desentonan en absoluto con las
que nos encontraríamos por la calle ahora mismo. Tres cuartos de lo mismo para
los escenarios: en vez del Japón folclórico y natural, aquí nos encontramos con
el Londres contemporáneo, lo mismo con
edificios representativos que con sencillos apartamentos o tiendas de barrio.
Las estampas son bastante variadas y el ilustrador consigue con ellas lo mismo
mostrar escenas cotidianas que otras perturbadoras y cruentas.
En conclusión, si queréis ver un thriller interesante y que
homenajea a Urasawa, dadle una oportunidad a Liquid memories. Podéis haceros con este manga de Norma Editorial a
un precio de 8’50€, incluyendo entre sus 216 páginas algún que otro extra.
Un tomo muy disfrutable... que nos deja con la intriga de cómo será el desenlace. Seguro que nos sorprenden.
ResponderEliminar¡Ansioso me tienen!
Eliminar