En la reseña de hoy toca hablar de Heraldos, manga que cuenta al guión con Blanca Mira (https://twitter.com/Shirayukihimeh) y al dibujo con Kaoru Okino (https://twitter.com/Pencilness).
Eiry es una heraldo y, como tal, el día que cumple los diez
años, asiste a una ceremonia en la que las estrellas le revelarán su destino en
la vida. Pero durante este rito iniciático algo sale terriblemente mal: Eiry no
solo acaba huérfana, ciega y portando un terrorífico y destructivo poder,
sino que se convierte en una paria entre los suyos, escapando por poco con
vida. Cinco años más tarde, ya en tierras humanas, Eiry, en vez de rendirse,
trata de encontrar respuestas sobre sí misma y la trágica noche que le cambió
la vida.
Dentro de lo que es el manga, los tomos autoconclusivos no
siempre son fáciles de dejar bien cerrados: su número limitado de páginas puede
ser un importante obstáculo para ello. Afortunadamente, ese no es un problema para Heraldos.
Así, por ejemplo, la trama va de su introducción al desenlace pasando por un
nudo que permite cierta evolución en los personajes principales tanto en lo
físico como en lo mental; y esta no se hace repentina, puesto que en tiempo
argumental la obra queda bien dividida en tres partes: la infancia de Eiry, su
adolescencia y su adultez, con elipsis entre medias de cada una que funcionan
bastante bien. Por otra parte, no tarda muchos capítulos en aparecer un giro de
guión que hace ver las peripecias de la protagonista desde otro punto de vista
y la encamina hacia nuevos objetivos más allá de sí misma, con algunos
mensajes más que buenos de por medio sobre el perdón, la reconciliación o la
aceptación. Para profundizar en el mundo del tebeo, además de servirse de los
diálogos y la acción, el tomo aprovecha el espacio entre capítulo y capítulo
para hablarnos de su trasfondo: geografía, folclore, historia… Un truco directo
y rápido para compensar la escasez de páginas del volumen único, casi como en algunos
videojuegos.
No hay demasiado humor, pero sí bastante drama, de tal
manera que los pocos chistes y gracias que realizan los personajes de vez en cuando
son bienvenidos. Personajes que, por cierto, cumplen bien con su papel en la
trama. Así, Eiry funciona muy bien como heroína de la historieta: una persona
bastante noble que, pese a todos los obstáculos que se le ponen en medio, no se
rinde y siempre va a tratar de ayudar a los demás, con lo que forma un más que
buen espejo en el que nos gustaría reflejarnos. Nemo es un personaje simpático y
con el que es muy fácil empatizar y con el que cualquiera de nosotros
querríamos contar como amigo. Por último, y por no destripar el argumento, solo
comentaré un par de cosas sobre Regal: es un personaje que se hace bastante
creíble y que combina muy bien lo claro con lo oscuro y… no digo más.
Respecto al dibujo, Kaoru Okino nos alegra la vista con su
estilo habitual: personajes muy expresivos y que entran por los ojos, ser lo
mismo capaz de llevar al papel escenas tiernas que cruentas, buenas coreografías
de movimientos... De criticar algo, que quizás se echan en falta más fondos en
unas cuantas viñetas, pero tampoco es algo demasiado grave. Por otra parte,
hay que destacar el original y característico diseño de Nemo, así
como los elementos guanches de los heraldos.
En conclusión, si queréis una obra entretenida, con magia,
épica y mensaje, dadle una oportunidad a Heraldos. Podéis haceros con este manga
de Norma Editorial por un precio de 9€, incluyendo entre sus 192 páginas un par
de extras sobre la creación de la obra.
Po último, la dedicatoria que me hizo la amable Blanca Mira en
el tomo durante su sesión de firmas en Omega Center en mayo de 2022. ¡Gracias
de nuevo!
Tengo pendiente una relectura pero, en la primera, no recuerdo por qué exactamente, no me convenció del todo a pesar de que el inicio sí que me pareció interesante. Quizás me surgió algún "problema" con un personaje (¿Regal, la prota...?)...
ResponderEliminarPara gustos los colores, claro, pero si haces reseña, con mucho gusto la leeré, a ver si veo eso que no te convence.
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