En la reseña de hoy toca hablar del primer volumen de Locust, tebeo que tiene por guionista a Massimo Rosi (https://www.instagram.com/captainmaximum/?hl=es) y por dibujante a Alex Nieto (https://www.facebook.com/profile.php?id=100016055478482).
Un mal día un terrorífico virus se expandió por el mundo,
transformando a las personas infectadas en una suerte de insectos gigantes
antropófagos. Max y su anciana madre, huyendo de esta plaga, acabaron dentro
del seno de una comunidad superviviente y militarizada dirigida por el
carismático Ford. Pese a que Max y Ford llegaron a ser amigos, algo pasó entre
ellos y separaron sus caminos drásticamente. Pero ahora, dos años después, Max
busca encontrarse de nuevo con Ford y su comunidad, ya que parecen ser su mejor
opción para hallar a una niña desparecida…
Las historias apocalípticas y las postapocalípticas suelen
tender a mostrar que el ser humano, cuando cae la sociedad, es capaz de lo
mejor y lo peor. Con Locust se sigue este patrón, de tal manera que Max
estaría en el primer grupo: no renuncia a defenderse a sí mismo y a sus seres
queridos con todos los medios a su alcance, pero sí que mantiene su brújula
moral intacta. Respecto a lo de que el ser humano también es capaz de lo peor,
el autor aprovecha para hablar de los peligros del fanatismo religioso más
extremo y demencial y, aunque de manera hiperbólica, en el que se puede caer en
tiempos de crisis, a través de los antagonistas humanos. En lo referente a los
antagonistas monstruosos, se agradece que la marabunta infectada no sea de zombis
al uso, sino insectos de buen tamaño entre los que en varios casos conservan
signos de inteligencia e incluso retazos de personalidad y recuerdos del
pasado, además de un hambre voraz, como buena plaga de langostas. Por otra
parte, el ritmo narrativo está muy bien conseguido, con unos saltos temporales
separados por dos años, con el pasado y el presente siempre dejando con ganas
de saber más cuando se produce el siguiente salto hacia adelante o hacia atrás.
Y aquí el mayor inconveniente de este primer tomo: deja la trama en un momento
muy emocionante, siendo casi criminal hacerle eso al lector.
Respecto al dibujo, tenemos a un Alex Nieto al que se le
nota la experiencia adquirida desde La invocación de Ion (reseña aquí),
con un estilo menos cartoon y mucho más realista, tanto en lo que a rostro y
anatomía humana se refiere. Los diseños de los monstruos insectiles sugieren no
poca peligrosidad con sus fauces, garras e incluso mera presencia, todo ello
con una mezcolanza de partes de langostas, cucarachas, termitas… con todo lo desagradable
que da esta fusión aumentando por el hecho de que pueden verse retazos humanos
en las criaturas, con el laborioso detalle de que no hay dos monstruos iguales,
con gran variedad de un espécimen a otro. Esto ayuda al terror, pero Nieto sabe
hacer uso de él también creando ambientes humanos decadentes y enloquecidos por
el apocalipsis, con un fuerte componente sectario que a más de uno le revolverá
las tripas. Y, a propósito de esto último, la violencia del tebeo no se queda
atrás, con no pocas dosis de gore bastante gráfico que incluyen lo mismo
monstruosas metamorfosis y el efecto de ácido sobre la carne que cortes de
motosierras o impactos de escopeta.
En conclusión, si sois del gusto de obras de terror en las que la civilización se acaba y está por verse si la humanidad supera a sus monstruos exteriores e interiores, dadle una oportunidad al primer volumen de Locust. Os podéis hacer con él de manos de Leviathan Labs por un precio de 15€, incluyendo entre sus 128 páginas, además de la historieta en sí, algunos extras, tal y como una galería de ilustraciones de autores invitados.
Por último, la dedicatoria que me hizo en el tomo el amable
Alex Nieto en su presentación en Omega Center de mayo de 2023. ¡Gracias de
nuevo!
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